Ante el anuncio del ministro Gallardón de su intención de reformar la Ley Orgánica 2/2010 de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, la CGT quiere manifestar lo siguiente.
Los posicionamientos ultra conservadores, reaccionarios y retrógrados que preconizan sectores del PP y de la jerarquía eclesiástica católica, pretenden imponer un integrismo radical y religioso por la vía de la normativa legal. El control del cuerpo de la mujer siempre ha sido, a lo largo de la historia, una obsesión patriarcal, dando a entender que las mujeres somos propiedad de los varones y por tanto no estamos capacitadas para decidir y tomar decisiones. (Seguir leyendo)
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