Desean nuestro silencio. La sociedad se desgasta en constantes intentos por doblegar un yugo que no merece ni necesita. El capitalismo se ha hecho dueño de los gobiernos y, así, ha terminado dirigiendo nuestros destinos. Quitémonos la venda y entendamos que, cuando gobierna el capital, la sociedad se convierte en un producto. Haz click AQUI
(Descargate el cartel de NOS VENDEN al final del texto)
Somos números que hay que cuadrar en balances de beneficios. Los mercados no hablan de seres humanos, hablan de materia prima. Por lo tanto, poco importa lo que nos beneficia, lo que nos defiende, lo que nos hace evolucionar. Poco importan nuestras mejoras, nuestra estabilidad, nuestra felicidad. Poco importa nuestra salud, nuestra cultura, nuestra alimentación y nuestro planeta; importa, exclusivamente, lo que hace crecer sus arcas.
Y, para colmo de males, pretenden impedir que nuestras voces, nuestras quejas, nuestras reivindicaciones; se escuchen. Pretenden quitárnoslo todo y que nos callemos, robarnos exigiendo que eliminemos nuestras alarmas.
Con esta pieza de vídeo, la CGT plantea mantener dichas alarmas. Os proponemos una acción conjunta y hacerla viral no sólo en las redes sociales sino en la calle —en cada persona, en cada familia, en cada hogar—, siguiendo una fórmula clara y desconcertante por partes iguales.
Es sencillo: la idea consiste en que IMPRIMÁIS, FOTOCOPIÉIS o CONFECCIONÉIS el mismo CARTEL que aparece en este vídeo, “NOS VENDEN SIN RAZÓN AQUÍ” y QUE LO EXPONGÁIS EN CUALQUIER VENTANA que esté A VUESTRA DISPOSICIÓN, que se lo digáis a todo el mundo desde LOS ÚNICOS LUGARES QUE NO HAN LOGRADO CRIMINALIZAR.
Cambiaremos así la fotografía ideal de los pueblos y ciudades y mostraremos la realidad de un mundo donde, mediante engaños y estafas, se trafica con las personas impunemente.
Los mercaderes nos han quitado la posibilidad de mejorar nuestro futuro, nos han negado la libertad de decidir y nos han convertido en esclavos.
No lo dudéis, si perdemos esta lucha, al final, NOS VENDEN
Því miður, athugasemdareyðublaðið er lokað eins og er.