abril 222018
 

Es compleixen ara 10 anys d'aquesta crisi del sistema capitalista, una crisi que no és més que una altra eina de la gran patronal, de les multinacionals i dels amos de la banca, amb la complicitat d'un sistema polític corrupte, per augmentar els seus enormes beneficis sempre a costa dels drets de la ciutadania i especialment de la classe treballadora. Aquesta crisi és en realitat una gran estafa.

portem 10 anys en una situació d'emergència social, on ja no només les persones sense feina estan sota el llindar de la pobresa, sinó que més del 14% de les persones amb treball són pobres com a conseqüència de la precarietat dels nous contractes de treball, amb contractes parcials i sous de supervivència, que constitueix la nova realitat laboral d'indignació.

A ello se suma el retroceso en el poder adquisitivo que han sufrido las pensiones, ocasionando que uno de cada tres pensionistas esté por debajo de ese umbral de pobreza, a la vez que ha aumentado la brecha salarial de género, tanto en los salarios como en las pensiones.

Nos enfrentamos a un ataque ideológico y estratégico que pretende que lo que hasta hace poco tiempo eran derechos sean ahora negocio: l'educació, la sanitat, las pensiones… todo aquello que en suma es nuestro, de todos y todas, se está convirtiendo en dividendos para las grandes corporaciones empresariales. A cambio nos obligan a rescatar bancos y autopistas, pagando una deuda que no es nuestra, pagando una deuda que es ilegítima y que en gran parte procede de la corrupción. Nos están estafando.

Desde la CGT decimos que no vamos a resignarnos a que los bancos sean más importantes que las personas; desde la CGT nos negamos a que buena parte de los servicios públicos sigan siendo privatizados y precarizados; desde la CGT no consentiremos que se desmantele el sistema público de pensiones; en la CGT no aceptamos que la clase trabajadora vea reducidos sus derechos todos los días con nuevas reformas laborales.

Es hora de que se produzca un reparto del trabajo reduciendo la jornada laboral, acabando con las horas extras y adelantando la edad de jubilación para que todos y todas podamos tener trabajo. Deben recuperarse los servicios públicos privatizados, donde solo sea importante la eficiencia de los mismos para que de verdad exista una protección social que sea pública y universal, para todas y todos. Es imprescindible repartir la riqueza a través de una reforma fiscal que haga que quienes soporten la mayor parte del gasto sean las grandes fortunas y corporaciones, que son las que han visto incrementados sus beneficios con esta crisis-estafa. Hay que acabar con el fraude y los paraísos fiscales.

Para la CGT la resignación no es una opción, es hora de ocupar de nuevo las calles, es más necesario que nunca que la CGT esté presente allí donde se producen situaciones de injusticia social, es necesaria una movilización permanente de la CGT contra este sistema corrupto, convocando y participando en cuantas movilizaciones sean necesarias para conseguir una sociedad autogestionaria, antipatriarcal, ecologista, no racista ni xenófoba… llibertària.

LA ESTAFA CONTINÚA

SEGUIMOS EN LAS CALLES

 

¡¡Viva el 1º de Mayo!!

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