Comunicado Secretariado Permanente de la CGT Catalunya y Mujeres Libertarias
Manifiesto de CGT contra la violencia machista. 25 de noviembre 2015: Día Internacional contra la violencia machista
Como cada año, el día 25 de noviembre recordamos que estamos haciendo un recuento macabro: cada mes, o cada semana, una mujer es asesinada con la complicidad del estado machista. Cada 25 de noviembre recordamos que no sólo se trata de asesinatos, que no perdemos la vida, que nos matan por el hecho de ser mujeres, por el hecho de ser potenciales posesiones, potenciales víctimas, potenciales seres a controlar y agredir. Cada 25 de noviembre probamos de destacar que no se trata sólo de hablar de las mujeres desgraciadamente muertas, se trata de pensar que esto es sólo la punta del iceberg. ¿Podríamos contabilizar las mujeres vejadas, insultadas, humilladas, maltratadas, agredidas de manera cotidiana? ¿Podemos, pues, de medir hasta qué punto nos vemos abocadas a vivir, en nuestras relaciones, espacios y tiempos, en una constante agresión individual y colectiva?
Cada 25 de noviembre tenemos que recordar y recordarnos que las violencias machistas no son una cuestión casual y anecdótica, son una cuestión sistémica y política porque estamos hablando de mucho más que abusos, estamos hablando del intento sistemático de someter las mujeres a relaciones verticales y de poder, someternos a la autoridad patriarcal, a la vida patrilineal y obligadamente heterosexual y matrimonial. El goteo constante de mujeres asesinadas no tendría que ser una normalidad, pero desgraciadamente está naturalizada esta situación como si fuera un mal casi inevitable. Y esta es una manera superficial de tratar la situación que la vacía de todo contenido político y que nos condena a las mujeres a no dar una buena definición a aquello que nos es tanto necesario decir por su nombre.
Como cada 25 de noviembre, tenemos que destacar que la mirada patriarcal sigue inundando los discursos públicos en todos y cada uno de los asesinatos. Así, los medios siguen hablando de mujeres que mueren a manos de sus parejas o ex parejas, y de este modo pasan de puntillas por encima de la realidad. Y es que no morimos, nos matan. Descafeinar este hecho es, aunque sea por omisión, esconder que lo que pasa es que el patriarcado domina y asesina.
Seguimos explicando cada 25 de noviembre que las administraciones y el circuito y los recursos institucionales encarados a la prevención y al tratamiento de la violencia machista son escasos y recortables, porque seguramente no resultan importantes. Son insuficientes. Y lo que es peor es que no se informa a las mujeres de los derechos que tienen en todos los puntos del circuito de intervención, no está hecho desde el punto de vista de una mujer maltratada y, además, no está pensado para ser empático y entender cuál es el proceso psicológico por el que pasa una mujer maltratada o violada. No basta con decir «tienes que denunciar». Así, los pocos parches que se hacen, se hacen mal, pues la violencia empieza ya desde antes de nacer, porque, como decíamos y no dejaremos de repetir, esto es una cuestión política y sistémica.
Sólo trazando un apoyo mutuo entre las mujeres y haciendo los circuitos y protocolos desde un punto de vista feminista nos podremos dar el empoderamiento necesario a todas aquellas que nos encontramos en situaciones de agresión y de violencia. Precisamente somos las mujeres las que tenemos que actuar como necesarios agentes de lucha contra la violencia de género, definiendo los parámetros de la prevención y de las herramientas y respuestas que se tengan que utilizar y dar.
En nuestras manos tenemos un amplio abanico. Desde la mejora local de los circuitos de prevención e intervención en casos de violencia de género, desde la lucha por la remunicipalización de los servicios que ahora están en manos privadas, desde los acompañamientos a las mujeres vejadas y maltratadas, desde los grupos locales y barriales de promoción y sensibilización feminista contra la violencia de género, desde todas estas herramientas, tanto las formales y las informales, a las herramientas de la autodefensa y el fomento de nuevas maneras de relacionarnos. Una autodefensa más allá de aquello físico, centrada en las mujeres como colectivo que se puede empoderar, pero también que se puede organizar para responder a las agresiones y para proponer nuevas maneras de hacer y de tratar los casos de violencia de género. Una autodefensa basada en la reflexión y la explicación pero también en la acción, esta capacidad de acción que nos han usurpado y que forma parte de la actuación política de quien sufre situaciones de opresión.
Este 25 de noviembre, elegimos dónde ponemos la mirada, dónde ponemos el foco, en las cosas que el patriarcado no hace para nosotros, en las cosas que el patriarcado hace para que sigamos en nuestro lugar políticamente correcto, o nos enfoquemos a nosotros mismas y a todo lo que podemos hacer, las herramientas que podemos utilizar. Tenemos en las manos todas las herramientas posibles, tenemos al alcance la capacidad de organizarnos más allá de los parámetros que nos marcan, y tenemos la capacidad de autogestionar todo aquello que nos han tomado. Así pues, este 25 de noviembre no podemos hacer otra cosa que dejar muy clara cuál es nuestra respuesta a la violencia machista: organizarnos, empoderarnos, autogestionarnos, explicar y sobre todo actuar. Porque no nos matan, nos asesinan: contra el patriarcado acción directa feminista!
Barcelona, a 10 de noviembre de 2015
Secretariado permanente del Comité Confederal de CGT Catalunya
Mujeres libertarias de la CGT
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