Viviendo mi vida
Emma Goldman
Capitán Swing, 2014, 562 páginas.
Emma Goldman (Kaunas-Lituania, 1869-Toronto-Canadá, 1940),
era hija de una familia judía lituana cuando esta nación formaba parte del imperio ruso. Cuando tenía 13 años se trasladó con su familia a San Petersburgo. A los veinte años inmigró con su hermana Helena en Estados Unidos, instalándose primero en Nueva York donde llegó a montar una cooperativa de costureras y se casó con un emigrante nacionalizado en Estados Unidos. A pesar de que el matrimonio duró diez meses le sirvió para conservar la nacionalidad estadounidense.
Emma pronto se vio involucrada en el movimiento anarquista y se convirtió en una propagadora de las ideas de Bakunin. Sus memorias son precisamente un canto a la vida ya la esperanza y un generoso activismo de propaganda de la anarquía.
«Viviendo mi vida» de Emma Goldman ha sido publicado por la editorial Capitán Swing y la FAL (Madrid, 2014 ). Este primer volumen marca el talante de la vida de Emma hasta 1911. Emma Goldman haría de su propia vida una muestra verdadera de arte y de activismo al servicio de la causa.
Su llegada a los Estados Unidos coincidió con el movimiento reivindicativo de los llamados mártires de Haymarket (Chicago), que había llevado a la horca a cuatro anarquistas. Emma conoció a Alejandro Berkman, lituano anarquista que vivía en Estados Unidos, que fue decisivo en su formación anarquista y se convirtió en su compañero. También por esta época hace amistad con la escritora anarquista norteamericana Voltairine de Cleyre. Las activas feministas anarquistas crearon el club Mother Eart (Madres de la Tierra), que ofrecía charlas semanales sobre diversos temas y veladas musicales.
Gran lectora y amante del teatro hizo charlas hablando de anarquismo a través del pensamiento de Tolstoi, de Ibsen y de Hauptman. Sus ideas anarquistas no dogmáticas le hicieron convertirse en defensora tanto del individualismo de Stirner como del colectivismo de Kropotkin.
La joven anarquista se dedicó a recorrer de punta a punta los Estados Unidos convirtiéndose en una oradora perspicaz e inteligente que defendía tanto a los trabajadores explotados como la mujer por su condición de desigualdad respecto al hombre. Goldman atraía numeroso público que acudía a sus conferencias y mítines, esto despertó el recelo de la policía y los servicios secretos yanquis que se dedicaron a perseguirla, detenerla y cerrarla en prisión muchas veces.
Solidaria con los trabajadores denunció constantemente las persecuciones y las brutales represiones sufridas por los anarquistas que luchaban por las mejoras sociales. Goldman conoció el anarquista Pere Esteve que había huido a América para denunciar las torturas contra los obreros de Barcelona detenidos a raíz de la bomba de Corpus. Goldman y los anarquistas del mundo clamaron contra la nueva inquisición española.
La fama de Goldman saltó las fronteras siendo invitada a hacer giras de propaganda para Europa, especialmente, Inglaterra, Francia, Austria y Suiza. En Europa tuvo la oportunidad de conocer los grandes teóricos del anarquismo como Kropotkin y Malatesta y escritores como Oscar Wilde.
En 1909 participó activamente en actos en los Estados Unidos de denuncia por la detención y posterior ejecución de Ferrer Guardia. Goldman difundió la idea de la Escuela Moderna y en uno de sus viaje a Francia visitó «La Ruche» la escuela libre creada por Sebastien Faure. Poco después colaboraba en la puesta en marcha de la Modern School en Nueva York.
La vitalidad de Goldman no sólo estaba presente en sus discursos sino también en su forma de vivir sin prejuicios ni falsas morales, que le hacían decir frases como la siguiente: «Si no puedo bailar, su revolución no me interesa».
* Una reseña de Fernando Aisa publicada en el núm. 165 de la revista Cataluña
Fuente cgtcatalunya.cat
Sorry, the comment form is closed at this time.